sábado, 5 de abril de 2014

La Historia de un Valiente

Ahí estaba Valiente, sentado sobre una de sus muchas maletas, frente al mar, pensando en todo lo que dejaba atrás, y dándole la bienvenida a todo cuanto estaba por llegar.
Su amigo Mike, compañero de viaje y aventuras, hacía cola en un puesto de bocadillos con la intención de comprar algo para comer una vez subieran al barco.

Les esperaba un largo camino hasta llegar a la tierra prometida. Para ellos es lo que era, una tierra de oportunidades, de ilusiones y esperanzas, de experiencias que vivir juntos, una tierra donde aprenderían a compartirlo todo el uno con el otro.
Ambos sabían que una vez regresaran, no serían los mismos, y nadie salvo ellos entendería jamás lo que esa odisea significó para ambos.

La suave brisa salada rozaba casi sin querer el pelo recién cortado de Valiente y sin siquiera darse cuenta, se dejó arrastrar hacia una espiral de recuerdos muy sentidos y sentimientos muy recordados. Ésto lo dejó traspuesto unos minutos...
Por fin había llegado el momento. El momento de hacer honor a su nombre, de aprender a decir que no a lo fácil y retar a lo difícil.
El momento de dejar atrás a la gente que quieres, a la familia y a Ohana. A todos aquellos que en algún momento te ayudaron a ser un poco más feliz.
Sin duda el mayor acto de Valentía, decir adiós, hasta la vista, hasta pronto, hasta luego, hasta siempre...
A fin de cuentas, llegó el momento de despedirse.
Pensó en lo difícil que iba a ser ver pasar los días y no poder estar a su lado. No quedar satisfecho con hablar de vez en cuando y tener que conformarse con contarles su historia en la distancia, la historia de un Valiente.

Poco a poco lo fue entendiendo todo. Es imposible sobrevivir allí sin ellos... sin Ohana. 
Porque Ohana significa familia, familia que estaremos juntos siempre.
Y sin más se dio cuenta de que aquello no era el final de nada, allí estarían ellos siempre, tan dispares unos de otros como el agua y la arena, el sol y la luna, el viento y la lluvia...
Dispares sí, pero ante todo siempre presentes.
Se levantó sonriendo, con una sensación de calor inundándole el pecho..
Y al darse la vuelta, ahí estaba Mike, sin bocadillos pero acompañado de su familia. De Ohana.

Porque de alguna forma, cogerían juntos ese barco...
Porque de alguna forma, estarían juntos siempre...

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